martes, 20 de junio de 2017

Alma Azul (9)

Azur tras aquel breve comienzo del relato de Enid, había acabado por recordarlo todo. Salieron de la cabaña del bosque, la misma a la que habían ido con el segundo de Ghost cuando huyeron de la academia.

Azur y Enid utilizaron el enlace para subir a la zona de arriba. En el cielo, en la isla flotante, vivían los de arriba. Aquellos que tenían las mejores riquezas, gestionaban a los de abajo manteniendolos en la esclavitud y forzando a los inadaptados a morir o a combatir a los rebeldes.

Mientras recorrían el país hasta llegar a la base militar donde se encontraba la lanzadera que llevaba a la isla flotante, Azur y Enid se ponen al día. Enid le cuenta que tras su paso por la academia, se había ido enamorando de Ghost. A pesar de que Ghost nunca la había correspondido, si habían compartido una relación estrecha y de gran afecto. Como su instructor le enseñó a pelear, la protegió en sus primeras misiones externas ayudándola a tener buena fama en la academia.

Después al descubrir que Ghost en realidad era líder de la resistencia y que iba a marcharse, ella decidió fugarse con él. Entonces, empezó a conocer a Ghost de una forma más cercana, más igualitaria. Le habló de su hermano pequeño Azur, que al igual que ella también había estado en el programa de los Inadaptados y que en poco tiempo acabaría acudiendo a la academia como ella. Le hizo prometer que si algo le pasaba a él, ella se ocuparía de protegerlo.

Aquel día en la cafetería, habían quedado para llevar a cabo el plan que facilitaría a la resistencia subir y tomar la isla flotante y dominar a los de arriba. Fue la primera vez que Ghost se había confesado. Fue la última vez. Dijeron que hubo una explosión y que el lugar había quedado reducido a cenizas, pero que los de la resistencia habían obtenido gracias al sacrificio de Ghost, la clave para poder acceder arriba.

Después, Enid, había vuelto a la academia y tras ser evaluada, tratada y considerada rescatada de la resistencia, había podido ser la tutora de Azur, aunque hubiesen sido unos días, para después volverse a fugar juntos.

En la resistencia, Azur había continuado medicándose a propósito para no recordar las cosas que había hecho para la resistencia si le capturaban. Había ascendido rápidamente logrando cosas buenas para los de la resistencia que operaban arriba. Al mismo tiempo, su amistad con Enid, había ido cambiando a algo más intenso. Azur fue tomando el lugar de su hermano entre sus nuevos amigos y aliados y en el corazón de Enid.

Tras la última misión, en la que Azur casi había muerto, Enid había decidido prohibirle que se medicara. Al recuperarse en la cabaña, los recuerdos empezaron a volver.

La idea actual, era que si lograban subir arriba, con la nueva clave, podrían conseguir que todos los rebeldes, alumnos de la academia y miembros del programa de los Inadaptados se uniesen para luchar contra los de arriba. Allí la seguridad era menor. Solo tendrían una oportunidad.

Antes de subir a la lanzadera para ir a la Isla. Enid le pregunta a Azur, si su relación actual le parece correcta. Azur solo tuvo que abrazarla para afirmarlo. Así Enid y Azur se embarcaron en su última aventura por la libertad.

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