martes, 13 de junio de 2017

Alma Azul (7)

Lentamente Azur comienza a recordar mientras Enid va explicándole cada suceso acontecido desde que había tomado la pastilla.

Tras la sesión, Enid había mostrado a Azur, a sus superiores de la academia con un informe favorable, dando a entender que todo estaba bajo control pero que recomendaba que también estuviese otro evaluador presente en las próximas sesiones. Aquello hizo que el incidente dejase de tener importancia en poco tiempo. Hasta entonces Azur continuó siendo medicado por Enid. 


Una noche. Enid recibió una llamada. Sacó a Azur de la cama, fueron furtivamente por el hangar, donde alguien, quien Azur, no era capaz de reconocer porque iba tapado, los llevó a uno de los coches aparcado fuera del complejo en un punto ciego. 

Después habían conducido toda la noche evitando las ciudades controladas por el sistema, aventurándose por caminos secretos de antiguas organizaciones que al parecer en el pasado habían tratado de dar golpes contra los de arriba para cambiar la esclavitud a la que estaban sometidos los de abajo. 

Cuando ya amanecía, llegaron a un pequeño refugio oculto en las montañas. Ni siquiera había un camino para llegar hasta allí. Tuvieron que dejar el coche para continuar andando. Enid, llevaba de la mano, dejándose llevar sumiso. Aún bajo el efecto bajo de la medicación. 

La persona que los acompañaba, era un hombre, adulto. Curtido. Parecía un ex miembro de la academia. Entrenado. Duro. Sin embargo, hacía muchos años que no compartía los ideales de la mayoría del mundo. 

-Ghost nos dijo que estarías a salvo si volvías a la academia. No debería haberte sacado de allí. ¿Ahora encima me traes a su hermano pequeño?- El hombre tenía una voz grave y que invitaba a la confianza.
-Él ha elegido irse-Respondió Enid esquiva. 
-Espero que siga pensando igual después de que le expliques todo.
-No tengo porqué. Cuanto menos sepa mejor.
-Ghost también dijo lo mismo cuando te trajo aquí por primera vez. No pretenderás seguir sus pasos. ¿Verdad? Ya hemos perdido muchos activos. Somos muy pocos- sermoneó el hombre. 
-¿Qué puede tener de malo querer vivir en libertad?
-Nada. Por eso luchamos. Ghost me ordenó mantenerte a salvo. Estoy escupiendo en su memoria trayéndote aquí. 

Llegaron a la casa franca y allí, acostaron a Azur. Enid y el hombre, antiguo segundo de Ghost y actual líder de lo que ellos denominaban, el grupo de la libertad, le puso al día de lo que el grupo había estado haciendo. Gracias a Ghost, en su última misión, dando su vida, había logrado dar al grupo, la forma de subir arriba. Un valioso, pase para enfrentar a los de arriba y terminar con aquella farsa de una vez por todas. Después de muchos sacrificios y otras misiones, el grupo, había conseguido establecerse arriba, combatirlos y empezar una revolución seria por primera vez. 

Enid, dijo que ella deseaba subir arriba y ser la primera en enfrentarlos. Tras la última misión, el hombre, Sagred, había obtenido el acceso para la casa del pez más gordo de todos. 
-Si asesinamos al líder, caerá toda la colmena.
-O pondrán a otro líder. Igual que has sucedido tú a Ghost. 

Se pasaron toda la noche debatiendo el plan. La mejor forma de hacer o no que la revolución, fuese con todo para acabar con la tiranía de los de arriba. Entonces en ese momento. Azur había despertado, ya sin el influjo de las pastillas y tras escucharlos, se había decidido a formar no solo parte de la rebelión sino a acabar con aquel líder que había provocado la muerte de su hermano. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario